Sigo vivo, pese a no dar señales de ello, en parte debidas al no parar y al no tener medios para hacerlo. En justificación aqui va este corto relato de los dias en el sur de Asia que se aproximan, tristemente a su fín.
En realidad, hay tanto que contar, que no se por donde empezar! Asi que resumiendo un poco, os diré que estoy basandome en Islamabad, la capital, un sitio bastante aburrido en contraste con la locura y tambien autenticidad que suponen las calles de las otras ciudades de Pakistan. Aqui se esta bastante bien, nada que ver con los titulares que citan este país como el lugar mas peligroso del mundo; unos kilometros mas al norte, la cosa cambia. Algo de riesgo de secuestro en ciertas zonas y el poder estar en el lugar equivocado en el lugar equivocado cuando se produce un atentado, aun así, incluso en las zonas menos recomendadas para los occidentales de la provincia noroeste nos encontramos bastante a gusto y sin ningun tipo de problemas al tratar con los mas radicales musulmanes.
Hemos hecho una lenta ruta desde el Wagga Border, paso fronterizo desde India hasta Lahore, donde empezamos a trabajar hace ya un mes, y donde justo con nuestra llegada coincidia el ataque en el que militantes talibanes tomaron la academia de policia, a modo de bienvenida. Tras un par de semanas en esta ciudad, nos hemos movido a la capital, Islamabad, donde hemos encontrado la hospitalidad de nuestro amigo Igor, corresponsal de EFE en Pakistan, que nos ha hecho un hueco en su casa y de paso, salvado de la rata que amenazaba con robarme todos los calcetines en la pocilga donde nos veniamos quedando por un par de euros la noche. Islamabad es un lugar muy aburrido, muy agradable para vivir, pero poco pakistaní; es una ciudad de diplomaticos, UN workers y ministros, llena de arboles y rodeada por las majestuosas Margallah, el comienzo de una cadena montaños que se extiende hasta China.
Y desde aqui nos movemos a ratos a Peshawar, la capital de NWFP, y practicamente, zona tribal. Una zona tribal, es donde el gobierno no tiene control de la situación, donde se aplica la Sharia (ley musulmana) y se rigen por los consejos tribales. Los extranjeros tienen vetado el acceso a estas zonas por el alto riesgo de secuestro que supone. Asi que por razones de seguridad, no nos permite quedarnos en Peshawar, una ciudad muy autentica y donde no te aburres ni un momento.
Desde aqui pensabamos iniciar una dificil ruta que pocas personas aconsejan; a unos pocos kilometros al otro lado de las montañas se encuentra Afghanistán, adonde se llega por carretera a traves del mítico paso de Khyber Pass. Cualquier viajero que tenga un sello de esta frontera en su pasaporte, puede considerarse un afortunado; actualmente no conceden permisos para atravesar la carretera que une Peshawar con el borde, y desde Afghanistan, lo mismo. Todas las semanas se producen ataques talibanes a los convoys de la OTAN que circulan por este corredor, y nuevamente, por motivos de seguridad, nos han dado con la puerta en las narices con nuestro visado de Afghanistan listo para ser sellado. Pensabamos llegar hasta Kabul y conocer la ciudad y el país tras la guerra y continuar nuestro proyectos allí, pero de momento, no ha podido ser!
Pero tanto no hemos perdido, de momento seguimos disfrutando de Pakistán, haciendo unos contactos geniales, trabajando mucho y disfrutando a tope. Para ello no nos privamos de poner a prueba las desmesuradas medidas de seguridad de por ejemplo, el Serena Hotel, uno de los mas caros de la ciudad, colandonos en su piscina de lujo para quitar un poco el calor, que es mucho y se hace notar, aqui ya empezamos el verano hace rato.
Ahora que hemos acabado lo que veniamos a hacer, quizas nos dediquemos a hacer un poco de turismo, y hagamos un viaje al norte en coche, por la Karakoram Highway, una carretera que conecta con china y asciende sinuosa por la cordillera que alberga uno de los ochomiles, el K2; es una ruta de la ostia!
Asi que hasta dentro de muy poco, porque esto por desgracia se esta acabando, aunque confio en volver pronto, en un sitio como este es imposible decir que has acabado de hacer lo que piensas hacer.
Adjunto algunas fotos sueltas que hemos ido tomando por el viaje, y una un poco mas seria de hoy mismo y parte del trabajo; ya siento la parquedad en la cantidad, pero no tengo apenas tiempo para buscar mas. Ademas me guardo la del Kalasnikov al hombro con los talibanes, que me puede traer problemas, esas solo la enseñaré individualmente!



-La luz se va con frecuencia, varias veces al dia y sin avisar en Pakistán, asi que este es el plan.

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